NUEVOS CRISTIANOS NUEVOS GUERREROS
NUEVOS
CRISTIANOS NUEVOS GUERREROS
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_____________________________________________________________________________ NUEVOS CRISTIANOS NUEVOS GUERREROS
San Mateo 10:24
El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor. 10:25 Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre de familia llamaron Beelzebú, ¿cuánto más a los de su casa? Lucas 10:21 En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó.
Cuando una persona se inicia al cristianismo, las iglesias tienen siempre
preparados esos paquetes de artículos bíblicos que le regalan al nuevo
cristiano, con la finalidad de obsequiarle algo que le ayudará en sus
primeros pasos, también como regalo y recuerdo de bienvenidas, y sobretodo para
que se sienta cómodo y bien recibido en la iglesia y con su nueva familia
celestial. Este "paquete de salvación" en la mayoría de los casos
consiste de:
- una Biblia o Nuevo Testamento con el nombre y dirección de la iglesia.
- un marcador de lectura con un versículo bíblico.
- una postal con la frase "Bienvenido a la Familia de Dios".
- folletos con cortos mensajes bíblicos para regalar a sus amigos y
familia, invitándolos también a ellos para que se acerquen a la iglesia.
- el derecho a un asiento de primera fila en todas las reuniones los
primeros meses.
- boleto pago a todos los eventos.
- visitas y consejería personalizada a su domicilio.
- recibir sonrisas y abrazos de todos en la iglesia.
Esto es apenas una idea general de cómo se han hecho siempre las cosas.
Estoy segura que cualquier persona que llega a la iglesia y es bien recibida
se siente feliz porque piensa que ahora está en un lugar seguro y agradable,
un oasis mental y espiritual, aparentemente y temporalmente lejos de todos
sus problemas. Hacer que alguien se sienta bien cuando llega es muy
importante en el proceso de iniciación, pero eso no es todo.
Muchos ministerios tienen grupos de hermanos o hermanas especializados
para recepcionar y acompañar los nuevos convertidos. Se dedican tanto a las
recreaciones y relaciones sociales que parece que se olvidan de cuál es el
principal motivo que lleva una persona a buscar la ayuda de Dios: su
liberación.
De tal manera el nuevo cristiano es "sociabilizado" y entrenado
para "obedecer al pastor" y "no dejar de congregarse" que
al final la propia persona recién convertida se enfoca en las actividades del
ministerio y también deja de lado lo principal: rechaza la disciplina
espiritual en su corazón y rápidamente se olvida que rindió su vida a Dios, y
comienza a servir al hombre. Resultado: cristianos carnales, cristianos
humanistas, cristianos hipócritas, cristianos materialistas, cristianos
enfermos de alma. Posiblemente unos cuántos se vayan de regreso al mundo,
otros terminen enredados en conflictos internos murmurando a los cuatro
vientos y dando a conocer que después de tanto tiempo y aun sirviendo en el
ministerio, nunca tuvieron a Dios en su corazón.
Muchos que llegan a los pies de Cristo no saben exactamente qué necesitan
o qué tienen, porque sólo conocen lo externo y lo que sienten, pero
desconocen el origen espiritual de sus problemas. Es de suma importancia que
el cristiano conozca y aprenda desde su temprana edad, que Dios le ha dado
maravillosos beneficios como Hijo y muchísimos recursos espirituales para que
viva su cristiandad con un buen testimonio, en comunión con sus hermanos,
lleno de alegría, paz, amor y prosperidad. Esto requiere enseñarle a mantener
su SALVACIÓN y adiestrarlo para la GUERRA ESPIRITUAL.
El nuevo cristiano necesita enseñanzas, disciplinas y rutinas
espirituales que le serán útiles en su proceso de crecimiento y madurez,
mucho más que el servicio físico y corporal, aunque éste jamás debe ser
evadido porque se necesita para disciplinar la carne, la voluntad y el
carácter. Lleva mucho tiempo leer una Biblia y más tiempo comenzar a
interpretarla correctamente en el Espíritu. Hay cosas que no pueden esperar,
el nuevo cristiano debe ser enseñado ya cómo decirle NO al pecado y a
Satanás. Es cuestión de vida o muerte.
He participado de clases o cursos para iniciantes en las iglesias, he
sido testigo de lo que muchos enseñan por ahí, he visto los libros y revistas
que usan... hablan de TODO menos de quién es Satanás y qué obra hace el reino
de las tinieblas, no les explican (por decir algunos ejemplos prioritarios y
urgentes) qué es un demonio exactamente, qué es un fantasma, una bruja o un
vampiro, qué es una fortaleza espiritual, dónde están las ataduras de su alma
y cómo vencer la batalla de su mente, cómo ponerse la armadura de Dios, quién
es el Espíritu Santo, cómo matar el enemigo con la espada, cómo adquirir
autoridad espiritual para que los demonios dejen de molestar de una vez por
todas, para qué sirve al final de cuentas el cristianismo y qué hay que hacer
para que funcione...
En mi experiencia personal, estuve meses para que algún líder o maestro,
por el amor de Dios, me explicara cuál era la diferencia entre espíritu y
alma. El día que finalmente alguien se apiadó de mí y me explicó, lloré de
gozo por la libertad experimentada en el momento de recibir la verdad en mis
oídos. El hermano se sorprendió de mi reacción por lo que parecía una
pregunta tan sencilla y básica, los demás alrededor lo reprendían y le decían
:¿ves lo que hicistes? ella no está preparada para saber ciertas cosas..."
Esconder la Verdad del nuevo cristiano es como pretender que un niño
llegue a los diez años de edad y continúe creyendo que los bebés los trae la
cigüeña en una canasta y los deja en la ventana. ¡Ridículo! ¿Qué tipo de
mentalidad y conceptos pretenden que tenga ese niño? Será un tonto y lento,
verá el mundo y la vida desde una perspectiva muy distorcionada, se
enfrentará un día a la realidad y tomará decisiones equivocadas. Este niño en
su inocencia deseó el crecimiento y su alma deseó el conocimiento, pero algún
adulto inconsecuente sembró mentiras en su mente que edificaron falsos
conceptos. Cuando un niño pregunta algo, ¡ese es el momento y el tiempo
exacto de decirle las cosas como son! La Verdad, nada más que la verdad.
¡Bendito sea Dios por ese hermano que abrió su boca y habló! Porque desde
ese día entendieron que estaban haciendo una obra inversa, escondiendo envés
de declarar la verdad. Yo nos los dejé nunca más tranquilos, cada día los
ametrallaba a todos con preguntas y si nadie quería responder o no sabía
responder, inmediatamente me reportaba a los pastores y no los dejaba hasta
que me enseñaran lo que yo necesitaba saber. Lamentable, pero es así como fue
enseñada la iglesia desde siglos antiguos: miedo de hablar, miedo de enseñar,
miedo de perder el control, miedo que otro pase adelante primero...
La Verdad hace libre, Satanás sólo miente y esclaviza. Mis hermanos
llegaban a pensar que muchas cosas eran tan obvias que yo ya las sabía, pero
les hice entender que los conceptos y conocimientos que yo traía del mundo y
de las religiones que yo había experimentado, estaban completamente
equivocados y opuestos a la verdad bíblica, yo estaba remodelando todo mi ser
por dentro y por fuera, Dios estaba haciendo de mí una nueva criatura, yo necesitaba
una mente nueva: la mente de Cristo.
Cuando llegamos del mundo y de las sectas, somos como soldados heridos
por el enemigo, soldados que estuvimos mucho tiempo secuestrados y
maltratados por el enemigo. Los nuevos cristianos necesitamos sanidad del
alma, espíritu y cuerpo, que alguien nos diga cómo sanar nuestras heridas,
cómo libertarnos de la opresión del enemigo y cómo soltar las cadenas de una
vez para siempre.
Resumen: se habla mucho de las promesas y del servicio, pero no se
explica la guerra espiritual y lo que Dios exige de sus escogidos. La
Salvación es algo que se recibe de Gracia, pero luego hay que MANTENERLA, hay
que pelear por ella porque el diablo hará DE TODO para quitarla. No puede uno
pelear si nadie le explicó que tenía que pelear, ni contra qué o quién está
peleando. Es necesario formar guerreros fuertes y valientes, esto es
CRISTIANOS CONSCIENTES.
Ya quedó muy atrás el tiempo cuando se iba a la iglesia a hacer de oveja
nada más, cuidar el redil, no escaparse del rebaño... Las ovejas que se
escapan de sus pastores es porque son maltratadas o no les dan de comer. Una
oveja bien alimentada y segura de su pastor, es un obrero fiel y un guerrero
fuerte. El cristiano del Último Siglo debe ser adiestrado para enfrentarse al
Anticristo, a la Apostasía, a los falsos cristianos, a todo tipo de ataques
de las tinieblas. El cristiano del Último Siglo debe aprender a adorar a Dios
sobre todas las cosas, amarlo, desearlo, anhelarlo, santificarse cada día y
mucho... porque el Señor Jesucristo ya viene.
SOLDADOS PEREGRINOS
La idea del CRISTIANO PEREGRINO es muy popular, pero aquí se generan
conflictos de conceptos y verdades, porque no existe el cristiano peregrino y
el cristiano soldado, sino que el cristiano es un soldado peregrino, todo una
misma cosa, dos vocaciones combinadas en una misma persona. Las doctrinas o
las personas que se enfocan en una sola cosa de las dos, fallan en cuanto al
verdadero evangelio de Jesucristo.
Cuando Jesús comisionó sus doce apóstoles y luego los setenta discípulos (Mateo 10 y Lucas 10) para que fueran a predicar en otras ciudades y pueblos, les dio instrucciones muy claras de lo que iban a necesitar para el camino: les habló de su vestimenta y de su alimento, y también de los recursos espirituales que disponían para la guerra con los demonios que encontrarían en todo lugar por dónde fueran.
Hace muchos años atrás, este "paquete de salvación" que
hablamos al principio, parecía bastante simpático y suficiente para llegar a
la iglesia y comenzar la carrera, pero hoy en día se reconoce que es muy
superficial y escaso. El nuevo cristiano necesita comida y
agua para el camino como buen peregrino, pero también el armamento de guerra
como buen soldado, el bagage completo. ¿Qué tal si agregamos algunos elementos
a la lista? Aquí os dejo una idea, apenas una pequeña muestra de las muchas
estrategias que a mí me han resultado.
Bagage para el nuevo guerrero cristiano:
- una Biblia completa (Antiguo y Nuevo Testamento).
- un diccionario bíblico.
- una concordancia.
- una agenda para coordinar actividades de la iglesia destacando en color los días de ayunos, vigilias y reuniones de oración. También para organizar la lectura bíblica y estudios. - material de audio: mucha alabanza y adoración.
- una lista de principales palabras y su significado.
- varios marcadores de lectura con versículos bíblicos.
- folletos con cortos mensajes bíblicos para regalar a amigos, colegas y
familia.
- el derecho a un asiento de primera o segunda fila en todas las reuniones los primeros meses.
- asistencia a cursos intensivos para iniciantes los primeros 6 meses.
- asistencia a estudios y actividades de primera fase del discipulado a partir del segundo semestre.
- participar en todos los eventos, si no tiene dinero lo ayuda la iglesia.
- visitas y consejería personalizada en la iglesia, con el maestro o el pastor (si es mujer, con la maestra o la pastora). Jamás en horario cuando termina una reunión, los pastores-líderes-maestros deben tener disposición para sus discípulos en horarios especiales para atenderlos y ministrarlos correctamente.
- someterse a todas las oraciones de liberación e investidura que sean
necesarios.
- un cuadro en letras grandes para el dormitorio con Los Frutos del
Espíritu Santo.
- un cuadro en letras grandes para la biblioteca con La Armadura de Dios.
- un cuadro en letras grandes para la entrada de la casa con el Salmo 91.
- una camiseta pintada con el versículo 2º Corintios 10:4.
- un jarro de cerámica hermoso, para recordar que somos barro nada más, que debemos ser quebrantados por Dios y dejar que él haga de nosostros nuevas criaturas, vasijas nuevas, vasijas de honra, para llenarnos de su presencia y de su gloria cada día, para que seamos tenidos por fieles y dignos de heredar Su Reino, para exaltación y alabanza de Su Nombre, eternamente y para siempre. Amén.
Complementar este estudio con la lectura de
San Mateo 10 y San Lucas 10: 1 a 24. |
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